Tu guía para empezar con el skincare (¡por fin!)

Tu guía para empezar con el skincare (¡por fin!)

¿Te has sentido abrumada al ver miles de productos y pasos en internet? Tranquila, no eres la única. El mundo del skincare puede parecer un laberinto, pero la verdad es que una rutina efectiva no tiene por qué ser complicada.

Aquí te va la versión sin rodeos de lo que realmente necesitas para una piel sana y radiante. ¡Menos es más, amiga!

Paso 1: La limpieza. ¡No te la saltes!

Este es el primer y más importante paso. Durante el día, nuestra piel acumula suciedad, maquillaje, protector solar y grasa. Si no la limpias bien, todos los productos que te apliques después no van a funcionar.

¿Qué usar?

En la mañana: Usa un limpiador suave para retirar el exceso de grasa de la noche.

En la noche: Considera la doble limpieza. Primero, un limpiador a base de aceite (o agua micelar) para disolver el maquillaje y el protector solar. Luego, un limpiador a base de agua para limpiar profundamente los poros.

Paso 2: La hidratación. Tu piel te lo agradecerá

Sin importar si tu piel es grasa, seca o mixta, la hidratación es clave. Una piel bien hidratada es más elástica, se ve más jugosa y ayuda a fortalecer su barrera natural.

 

¿Qué usar?

Serums: Busca ingredientes como el ácido hialurónico (para hidratación profunda) o la niacinamida (que ayuda con los poros y la textura).

Crema hidratante: Sella todos los ingredientes y mantiene la hidratación durante el día. Elige una que sea adecuada para tu tipo de piel.

Paso 3: La protección solar. El paso que lo cambia todo

Si hay un solo paso que no puedes olvidar, es este. El protector solar previene el envejecimiento prematuro, las manchas y, lo más importante, te protege del daño del sol que puede causar cáncer de piel.

 

¿Cómo usarlo?

Aplícalo como el último paso de tu rutina de día.

Usa una cantidad generosa (dos dedos de producto es una buena referencia).

¡Reaplica! Si estás al aire libre, reaplica cada 2-3 horas.

En resumen...

Una rutina de skincare no tiene que ser una ciencia. Empieza con estos tres pasos básicos: limpieza, hidratación y protección solar. Con estos, ya estás haciendo lo más importante por tu piel.

Recuerda que cada piel es única, así que escucha la tuya. Con el tiempo, puedes ir añadiendo más productos si lo necesitas, pero por ahora, ¡céntrate en lo esencial y verás la diferencia!

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