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¿Maquillaje que cuida la piel? Sí, eso es lo que queremos.

¿Maquillaje que cuida la piel? Sí, eso es lo que queremos.

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas bases de maquillaje cuestan un ojo de la cara y otras parecen sacadas de un envase de pintura plástica? La respuesta es que, hoy en día, las marcas de maquillaje compiten por ofrecer productos que no solo te dejen un acabado perfecto, sino que también cuidan tu piel.

Y es que, si lo piensas, ¿por qué no? Si te vas a pasar ocho horas con un producto en la cara, ¿no sería genial que te estuviera haciendo un favor? ¡Pues bienvenida a la nueva era del maquillaje con beneficios!

 

El Santo Grial: Ingredientes que amarás en tu base y corrector

 

Ácido Hialurónico: Sí, lo sabemos, te lo encuentras hasta en la sopa. Pero por algo es. Una base o corrector con ácido hialurónico es como darle un vaso de agua a tu piel mientras te maquillas. Mantiene la piel hidratada y jugosa, evita que el maquillaje se cuartee y te da ese efecto "regordete" que nos encanta. ¡Ideal para pieles secas o si quieres un acabado radiante!

Vitamina C y Vitamina E: ¿Te acuerdas de que la vitamina C era un antioxidante? Pues es perfecto para que tu maquillaje te ayude a protegerte del daño de los radicales libres (el sol, la contaminación, etc.). La vitamina E, por su parte, es súper hidratante y ayuda a fortalecer la barrera de tu piel. ¡Un dúo dinámico que lucha contra el envejecimiento mientras te ves fabulosa!

Niacinamida: Nuestra favorita multitarea. Si tu base tiene niacinamida, no solo te ayudará con el control de brillos, sino que también mejorará la textura de tu piel y te ayudará a reducir la apariencia de los poros. ¡Ideal para pieles grasas y mixtas!

SPF (Factor de Protección Solar): Este es el más importante de todos, pero ¡ojo! Que tu base tenga SPF no significa que puedas saltarte el protector solar. Es un plus, un refuerzo, una segunda capa de seguridad, pero NUNCA un reemplazo de tu protector solar habitual. ¡No hay excusas!

 

¿Cómo identificar un buen producto?

Más allá de la marca, lee la lista de ingredientes (sí, esa que parecía un idioma alienígena). Busca que los ingredientes beneficiosos estén entre los primeros de la lista. Y, como siempre, escucha a tu piel. Si sientes que un producto te irrita, te saca granitos o no te hace sentir cómodo, ¡déjalo ir!

¿Qué te parece? ¿Te ha convencido la idea de que tu maquillaje puede ser algo más que solo color?

 

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La piel es como el vino: con el tiempo evoluciona. Y aunque los pasos clave de la rutina (limpieza, hidratación y protección solar) son para siempre, los productos y el enfoque que necesitas sí que se adaptan a cada década. ¡No es lo mismo una piel de 20 que una de 40! Aquí te va una guía para que tu rutina sea la aliada perfecta de tu piel en cada etapa:   En tus 20s: Prevención y protección   Esta es la década de la prevención. Tu piel está en su mejor momento, pero es ahora cuando pones las bases para el futuro. El objetivo es mantener el equilibrio y protegerla de los daños del sol. Lo básico es suficiente: No necesitas una rutina de 10 pasos. Con un buen limpiador , una hidratante ligera y, sobre todo, protector solar a diario, tienes el 90% del trabajo hecho. Agregue un antioxidante: Incluir un sérum de vitamina C en la mañana es una excelente idea. Ayudará a protegerte de los radicales libres ya mantener la luminosidad.   En tus 30s: Empieza la batalla (suave) contra el tiempo   En esta década, la producción de colágeno empieza a disminuir. Puedes notar las primeras líneas de expresión, una piel un poco más opaca o manchas. Es el momento de ser más estratégico. La hidratación es clave: Elige hidratantes un poco más potentes o añade ácido hialurónico en tu rutina para mantener esa piel jugosa. Introduce el retinol: Es el momento ideal para empezar con este ingrediente estrella. Empieza con una concentración baja y úsalo solo por la noche. Ayudará a mejorar la textura y suavizar las líneas finas. ¡El protector solar sigue siendo un must! Ahora más que nunca, es tu mejor aliado para prevenir los signos del envejecimiento.   En tus 40s y más allá: Renovación y firmeza   La piel ya no se regenera tan rápido y pierde elasticidad. Las arrugas son más evidentes y la piel puede sentirse más seca. La rutina se enfoca en nutrir, reafirmar y renovar. Paso a la exfoliación suave: Usa ácidos suaves como AHAs o BHAs para ayudar a la renovación celular y darle luminosidad a la piel. Sube de nivel con el retinol: Si tu piel lo tolera, puedes usar concentraciones más altas de retinol para trabajar en la firmeza y las arrugas. Apuesta por los antioxidantes: Además de la Vitamina C, busca ingredientes como el péptido s que ayuden a fortalecer la barrera de la piel y mejorar su elasticidad. Busca texturas ricas: Usa cremas más nutritivas y aceites faciales que ayudan a la barrera de la piel y combaten la sequedad. En resumen: Lo importante es escuchar a tu piel en cada etapa. Lo que hoy funciona, puede que no sea lo mejor para mañana. Recuerda que no se trata de borrar el tiempo, sino de que tu piel se ve sana y radiante, ¡a la edad que sea!  
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Si alguna vez has cogido un bote de crema y has intentado leer la lista de ingredientes, seguro que tiene sentido que estabas descifrando un idioma alienígena. ¡No te preocupes! Hay algunos ingredientes que son verdaderas estrellas del skincare y que vale la pena conocer un poquito mejor. Hoy vamos a hablar de algunos de esos "must-have" que pueden marcar la diferencia en tu rutina, explicados de forma fácil para que sepas por qué están ahí y qué pueden hacer por tu piel. ¡Vamos a ello! El famoso Ácido Hialurónico: El mejor amigo de la hidratación Imagina una esponja que atrae y retiene muchísima agua. ¡Así es el ácido hialurónico! Es una molécula que se encuentra de forma natural en nuestra piel, pero con el tiempo su producción disminuye. Al aplicarlo, ayuda a hidratar en profundidad, rellenar las líneas de expresión y dejar la piel jugosita y luminosa. ¡Si sientes la piel seca o deshidratada, este es tu aliado! La Vitamina C: El chute de energía y luz para tu piel Esta vitamina es un potente antioxidante, lo que significa que ayuda a proteger la piel del daño de los radicales libres (esos malos que vienen de la contaminación, el sol, etc.). Además, estimula la producción de colágeno (la proteína que mantiene la piel firme) y ayuda a unificar el tono, atenuando manchitas y dando luminosidad. ¡Un básico para una piel radiante! El Retinol: El "todo terreno" anti-edad (con precaución) El retinol es un derivado de la vitamina A y es uno de los ingredientes más estudiados y efectivos para combatir los signos del envejecimiento. Ayuda a reducir arrugas y líneas de expresión, mejora la textura de la piel, estimula la renovación celular y puede ayudar con el acné. ¡Ojo! Es potente y hay que introducirlo poco a poco en la rutina y usar protector solar durante el día, ya que puede hacer la piel más sensible al sol. La Niacinamida: La multitarea que calma y equilibra También conocida como vitamina B3, la niacinamida es un ingrediente súper versátil. Ayuda a reducir la apariencia de los poros, calma las rojeces, fortalece la barrera de la piel, mejora la textura y puede ayudar a regular la producción de sebo. ¡Una buena opción para casi todos los tipos de piel! El Ácido Salicílico: El exfoliante "anti-granos" Este beta-hidroxiácido (BHA) es un exfoliante químico que penetra en los poros y ayuda a eliminar el exceso de sebo y las células muertas, lo que lo convierte en un gran aliado para las pieles grasas y con tendencia al acné. Ayuda a desobstruir los poros, reducir los puntos negros y las espinillas. En resumen... Conocer estos ingredientes estrella te ayudará a entender mejor las etiquetas de los productos ya elegir aquellos que realmente van a beneficiar a tu piel. ¡No te dejes intimidar por los nombres raros! Poco a poco irás familiarizándote con ellos y sabrás cuáles son tus favoritos.
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