
Quítatelo todo: Guía para desmaquillarte a prueba de maquillaje a prueba de agua
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¿Has intentado alguna vez quitarte esa máscara de pestañas que promete ser "a prueba de balas"? Es una batalla épica. Terminas con ojos de mapache, pestañas caídas y la piel irritada. ¡No más! Ha llegado el momento de aprender a desmaquillar la piel de verdad.
Aquí te va el secreto mejor guardado de los expertos: la doble limpieza . Y no, no es un ritual complicado de brujería. Es simplemente un método en dos pasos que te asegura una piel limpia de verdad. ¡Así que olvídate del paño facial que solo corre el maquillaje de un lado a otro!
Paso 1: La limpieza a base de aceite (o el "Despega-todo")
Este es el paso que le da a tu maquillaje más pesado, incluyendo ese rímel resistente y esa base de larga duración. Los limpiadores a base de aceite, los bálsamos y el agua micelar son perfectos para esto. La ciencia detrás es simple: lo similar disuelve a lo similar . El aceite del limpiador se adhiere al aceite ya la cera de tu maquillaje y protector solar, disolviéndolos sin necesidad de frotar ni irritar.
¿Cómo hacerlo?
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Con aceite o bálsamo: Aplica el producto con las manos secas sobre tu cara seca, masajeando suavemente en círculos, especialmente en la zona de los ojos. Verás cómo todo el maquillaje se empieza a derretir. Luego, humedece tus manos y sigue masajeando. El bálsamo o aceite se emulsionará y se volverá lechoso. Enjuaga con agua.
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Con agua micelar: Empapa un disco de algodón y pásalo suavemente sobre tu rostro hasta que el maquillaje desaparezca por completo.
Paso 2: La limpieza a base de agua (o el "Limpia-Poros")
Ahora que ya te quitaste lo más horrible, es el momento de limpiar tu piel en profundidad. Un limpiador a base de agua (en gel, en espuma o cremoso) eliminará los residuos que quedaron del primer paso, así como el sudor y la suciedad del día. Es el paso que realmente prepara tu piel para absorber los productos que te aplicas después.
¿Cómo hacerlo?
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Con la piel ya húmeda del primer paso, aplica tu limpiador a base de agua y masajea suavemente durante 30-60 segundos. Enjuaga con agua tibia.
¡Y listo!
Puede parecer un poco extra al principio, pero una vez que lo pruebes, no querrás volver atrás. Tu piel se sentirá increíblemente limpia, suave y lista para recibir el resto de tu rutina nocturna.
¿Qué te parece? ¿Te animas a probar la doble limpieza?
